Ley de Octava y la Luz
Podemos percibir tanto Color como Sonido gracias a su Longitud de Onda y a su Frecuencia. En realidad, la Percepción es una forma de Resonancia, pues cuando vemos u oímos, nuestro organismo entero resuena en Unidad. Aplicando la Ley de Octava, podemos correlacionar cada color con un sonido específico que depende a su vez de la frecuencia que los vincula.
Todos estamos más o menos familiarizados con el fenómeno de la descomposición de la Luz a través de un prisma de vidrio. Un haz de Luz Blanca se desagrega en los siguientes 6 colores: Azul, Verde, Amarillo, Naranja, Rojo y Violeta.
Tres de estos colores son denominados Primarios y no son derivados de ningún otro: el bermellón anaranjando típico de la puesta del Sol, el verde esmeralda cristalino y el violeta. No existe forma ni combinación posible, mediante la cual ninguno de estos tres colores pueda ser reducido, son por lo tanto colores fundamentales, primordiales e inderivados.
En cambio, si observamos a estos mismos seis colores ya no desde la perspectiva de la LUZ PURA sino desde el punto de vista de la PIGMENTACIÓN, cualquier niño de escuela primaria sabrá que lo opuesto es lo verdadero.
En este caso los tres colores Primarios serán: Amarillo, Rojo y Azul. Mezclando el Rojo con el Amarillo se obtiene Naranja, el Amarillo y el Azul dan el Verde y finalmente del Azul con el Rojo surge el Violeta.